martes, 9 de junio de 2009

La manzana... ¡funciona!



El pasado jueves comentamos, entre otras cuestiones, el valor terapeútico de la manzana. Contrariamente a la creencia popular, la manzana no sólo es astringente (eficiente contra la diarrea) sino que también facilita el tránsito intestinal, esto es, resulta útil para vencer el estreñimiento.

Y es que esta aparente contradicción encuentra explicación adecuada en la forma en que se consume la manzana: si se come con piel, favorece el tránsito intestinal gracias a la proteína insoluble que aquella contiene. Si, por el contrario, se pela y se mantiene así hasta que comienza a pardear (foto), afloran los taninos, compuestos responsables del carácter astringente. A ello se une el alto contenido de la pulpa en "pectina", un polisacárido soluble que retiene agua y refuerza la astringencia de los taninos. El calor (no excesivo) no afecta, en principio, al carácter de los taninos ni a la estructura de la fibra, luego el empleo de la manzana en la cocina sin pérdida de sus propiedades esenciales es posible.

El espacio de esta semana es el último del curso. Lo dedicaremos casi por completo a repasar los Ignobel más simpáticos de los que hemos comentado en el programa a lo largo del año.

Un abrazo a tod@s.
Carlos y Edu.

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